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Seducida por mi ginecólogo
Fecha: 17/11/2023, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Claudia, Fuente: Relatos-Eroticos-Club
Concurri a una consulta con un ginecólogo, con el objeto de realizarme un embellecimiento vaginal. Me llamo Gladys, 38 años, casada. Instructora de pilates, trigueña, muy buen físico. Eran las 18.40, cuando me llamaron, era el último turno. La secretaria me acompañó al consultorio y avisó al Doctor que se retiraba. En la planta baja del edificio funcionan varios consultorios de distintas especialidades. Ingresé al consultorio, la secretaria cerró la puerta y se fue. El ginecólogo, muy apuesto, de unos 45 años estaba sentado detrás de su escritorio. Me senté enfrente, expuse el motivo de mi visita. Me hizo conocer, que para evaluar un embellecimiento vaginal, necesariamente debía examinar mi vagina, por lo que me quité la pollera, tanga. El Doctor me ubicó acostada en la camilla -similar a las de parto- con las piernas abiertas apoyadas en los soportes. El Galeno se puso guantes, y comenzó el exámen. Me aclaró que me tocaría, abriría los labios vaginales para evaluar las correcciones. Me dijo que presentaba dos desfloraciones, una pequeña de vieja data y otra reciente, con desgarro total de himen y fisura en la parte inferior de la vagina. Se le fue ...
... la mano a tu esposo, me dijo. Y le confesé que había tenido relaciones con un primo de mi amiga. Que me había hecho suya en ausencia de mi amiga , y que efectivamente tenía un pene enorme, con el que me penetró profundamente. Haciéndome sangrar. Por ello buscaba embellecer mi vagina. Al oír mi historia, el doctor prosiguió con el examen, hizo foco en mi clítoris, que se puso erecto, arrancándome gemidos, se sacó los guantes y siguió palpando mi vagina, su lengua comenzó a jugar con mi clítoris y un orgasmo llenó su boca con mi semen. Me bajó de la camilla, arrodillada puso su pene en mi boca, grueso, duro, largo , lo saboree y acaricié con mi lengua. Se excitó, me llevó a un sillón, me acostó de espaldas, mis pies sobre sus hombros y empujó dentro mío ese inmenso miembro, solté un grito y gemidos. Me dijo que gimiera, ya no había nadie. Lo sentía dentro mío, mezcla de dolor y placer, soporté por treinta minutos ese loco vaivén, hasta que me penetró muy profundo y se corrió dentro mío, con abundancia. Los dos quedamos extasiados. Me dio otro turno, para seguir analizando mi inquietud. No logré embellecer mi vagina, si que me la abrieran un poco más.
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