1. Fantasía en tres actos (3)


    Fecha: 18/11/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Vaquita, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando estábamos en los postres, saboreando café y coñac, mi marido, bajo el mantel, metió su mano bajo mi falda y yo, calentita, le abrí las piernas para que me dedeara, ¡y lo hizo! Un minuto después, sacó los dedos húmedos y se puso a olerlos un poco antes de lamérselos.
    
    –Creo que ya nos tenemos que ir a casa. Hueles a putita que quiere verga y ya se me paró –dijo y le apachurré el pene sobre el pantalón para ver qué tan duro estaba, y sí…
    
    Solicitó la cuenta y yo fui al sanitario. Cuando me bajé las pantaletas para hacer pis, me entró de golpe al olfato el olor de mi panocha. ¡Eso era lo que había puesto arrecho a mi esposo! ¡Yo seguía con aroma a fornicación! Recordé que no pude asearme al llegar a casa como preveía en el hotel donde cogimos Mario y yo.
    
    Me entró pánico. Antes de levantarme me tallé muy bien esa zona con papel higiénico, incluso metiéndolo en mi raja lo más hondo posible. Cada trozo de papel salía baboso, lleno de flujo y lefa. Al ir a lavarme las manos, tomé dos trozos de toalla de papel y los humedecí muy bien en el lavabo para irme al privado a limpiarme lo mejor posible los pelos de la cuca que seguramente también traía pringosos. y volví a repetir la operación limpieza con el papel higiénico.
    
    –¿Por qué tardaste tanto? Ya pagué, estaba a punto de pedir ayuda para que alguna empleada te fuera a buscar al sanitario –dijo.
    
    –¡Qué exagerado eres! –expresé con una sonrisa.
    
    Al llegar a casa, lo primero que hizo fue magrearme las bubis y ...
    ... llevarme a la cama para encuerarme. Chupó las tetas y continuó encuerándome y encuerándose. Cuando bajó la pantaleta, el olor de mi panocha lo hizo lamer, primero delicadamente, pero luego me chupaba con fogosidad, metiendo y sacando la lengua lo más que podía.
    
    –Sí que estás caliente, putita, el flujo te sale a chorros –me dijo mientras absorbía lo que salía– Además está más sabroso que otras veces –dijo, y yo recordé ese sabor
    
    Mi marido se refería a la mezcla de mis jugos y el semen de Mario, el del líquido que pocas horas antes me había escurrido desde la vagina y el cual tomé para probarlo. ¡Le gustó!, no había duda. Se quitó la ropa, aproveché para subirme en él y cabalgar un poco. Me separé para colocarme en 69.
    
    –A mí también me gusta chupar paleta… –le dije antes de meterme su pene en la boca.
    
    Sí, la pátina del amor consumado entre Mario y yo, sabía deliciosa en el pene de mi marido, y éste seguía disfrutando en mi cuca el mismo sabor que yo. También se puso a lamer mi entrepierna, el periné y la parte inferior de mis nalgas, todo el lugar que su olfato le indicaba el olor a sexo. Al poco tiempo me acostó bocarriba y me penetró; me abrazó con pasión enfebrecida y se movió dándome muchos orgasmos antes de venirse abundantemente. Volví a sentir que el escurrimiento llegó a mis nalgas, ¡lo mismo que unas horas antes! Se bajó, se puso en la posición que acostumbra dormir: prendido de mi teta y yo acariciándole la cabeza como a un bebé. Quedamos dormidos.
    
    A mí ya ...
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